Éste mes en el Proyecto LunáTICos, teníamos que construir un microrelato donde teníamos que contar una historia, una estrofa cada grupo. A mí ésta vez me ha tocado con María José de Motril, Sandra Soriano y Joaquín Pérez de Movera.
Aquí os dejo el cuento:
La niña, que todavía tenía siete años, era la más hermosa del reino. Su cabello era dorado como el oro, y su hermosa boca rosada como las fresas en primavera. Sara tenía unos ojos muy peculiares; eran verdes como las hojas frescas. La pequeña estaba muy preocupada por su madre, que se encontraba gravemente enferma, hasta que a los pocos días falleció.
Paula Garrido y María José
Ella entristecida, nada podía hacer. Era una vida que ya no existía, su espíritu, hacía unas horas que ya no estaba entre ellos.
Un día, la bella princesa se enteró de que lejos, muy lejos, al otro lado de su reino, había una persona que podía fabricar una poción capaz de resucitar a los muertos. La única persona de ojos verdes, conocía el camino, pero, esta persona, siempre le pedía algo a cambio a quien le pedía el favor.
Era una bruja, con ojos azules y con poderes alucinantes.
Sandra y Joaquín.
Decidieron, ir donde vivía la bruja, para pedirle que les ayudara a volver a la vida a su madre. Llegaron al destino. Al contarle el caso a la hechicera, ésta le pidió su belleza, a cambio. Entonces Sara se quedaría con el espantosa rostro de la horrible bruja, con verrugas y arrugas, y la bruja se quedaría con la hermosura de su cara, con sus labios rosas, pelo dorado y, lo mejor; los ojos verdes como hojas frescas. Sara no sabía qué hacer. Su madre viviría, pero ella se quedaría con ese espantoso aspecto.
Paula y María José.
Y lo hizo. Ella se quedó bella como era antes la princesa. Sara, la que había sido una hermosa niña, se quedó con la horrible cara de la bruja. La princesa se sentía preocupada porque no sabría si funcionaría la magia de la bruja, pero ella seguía teniendo sus preciosos ojos verdes. Sara vio que su madre se recuperaba, y ella seguía bella como las flores que se encontraban en su jardín, los rosales rojos y rosas que se encontraban junto a ella. Nació con ojos verdes y con ellos morirá.
Sandra Y Joaquín.
Montaje Calaméo:
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