sábado, 9 de marzo de 2013

Historia de un Amor.

El martes en la clase estuvimos haciendo un cuento sobre el puerto de Motril, éste es el mío:

Érase una vez una niña llamada Candela, fue con su padre a ver el puerto pesquero de Motril. A ella le gustaba mucho ir con su padre a verlo, ya que allí conocía pescaderos y le enseñaban sus oficios. Pasaron unos años y ella ya había cumplido diecisiete años, al salir del instituto fue con su amiga Lucía a ver cómo seguía el puerto al que ella iba con su padre. Al llegar al puerto se echó a llorar vió cómo había crecido y cómo había cambiado todo. A continuación salió del puerto y se encontró con un apuerto muchacho, él se llamaba Sergio y trabajaba allí, era pescador. Al cabo de dos años ella iba todos los días al puerto para ver a Sergio, se había enamorado de él, y Sergio y de ella. Ya empezaban a ser novios, y cuando Candela cumplió veintitrés años de casaron y se compraron una humilde casa al lado del puerto de Motril. Dos años después nació su primera hija Carlota, a la que cuidaron y mimaron mucho. Cuando Carlota cumplió cinco años nació su hermano Luis. Sergio abandonó su profesión durante tres años para pasar más tiempo con sus hijos y con su mujer. Su hija ya empezó el instituto ya que cumplió doce años y  Luis empezó la primaria, ambos iban creciendo y entonces ya su padre decidió volver a pescar, pero Candela lo añoraba mucho y sus hijos también porque estaba meses y meses navegando y pescando. Pasaron unos seis años y Carlota con dieciocho años que tenía tuvo la misma historia de amor que sus padres. Salía de bachiller y se iba todos los días al puerto donde se encontraban sus padres. Se casó con un joven llamado Gonzálo y también se fueron a vivir al lado del puerto.
Un día avisaron al padre de Carlota y a Sergio, tenían que ir urgentemente al puerto. Cuando llegaronle avisaron de que tenían que hacer una pesca muy arriesgada, en la que se pasarían dos años pescando.
No le quedó más remedio que aceptar, porque de alguna manera tenían que alimentar a sus hijos. Ya subieron al barco y Candela y su hija decidieron vivir juntas en ese periodo. Sergio y Gonzálo le escribían cartas todos los días a sus amadas. Hasta que un día no recibieron cartas de ellos, pasaron dos meses y no recibieron ni una carta de ellos. Pero un día recibieron dos cartas del puerto en las que escribían que sus maridos habían fallecido debido al fuerte oleaje. Ellas rompieron a llorar. Pero lo tenían que asumir ya que no los volverían a ver. Desde entonces van todos los días a visitar el Puerto Pesquero de Motril.

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