domingo, 2 de junio de 2013

Cuento a mi ahijado.

Érase una vez un niño llamado Pedro, que le gustaba leer, no era un niño normal, tenía unos superpoderes increíbles, eran los siguientes: Capacidad de leer superápido, capacidad de volar... Una mañana se despertó y fue corriendo a desayunar como cada mañana, desayunó unas súper tostadas y un mega cola cao. A las nueve de la mañana se fue al colegio, Virgen de la Cabeza que es donde estudiaba, a él le encantaba ir al colegio ya que se divertía mucho con sus compañeros y con su maestra. Cuando llegó al cole, no vió a sus compañeros. A él le resultaba extraño ya que nada más estaban los chicos más mayores. Todos los niños y niñas de su edad habían desaparecido como si nada. Fue corriendo a llamar al director para preguntarle donde estaban sus compañeros, el director le contestó que no sabía donde estaba. Pensó en ir a la casa de un compañero para ver si estaba allí, pero no hubo resultado, así que decidió esperarse en la puerta del colegio. Al cabo de dos horas los vió llegar a todos sus compañeros. Resulta que ellos tenían una excursión y Pedro no se había acordado.

FIN.

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